La Viagra y su homólogo genérico, el sildenafilo, son medicamentos utilizados principalmente para tratar la disfunción eréctil. La principal sustancia química activa de estos medicamentos es un compuesto denominado citrato de sildenafilo. Esta sustancia ayuda a relajar y ensanchar los vasos sanguíneos del pene, mejorando el flujo sanguíneo durante la excitación sexual.
Según diversas fuentes, todos los medicamentos, incluidos el Viagra y el sildenafilo, tienen una fecha de caducidad.La vida útil de estos medicamentos es de aproximadamente dos años.Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fecha de caducidad se aplica específicamente a los medicamentos en su envase original sellado.
Una vez abierto, la fecha de caducidad puede no mantenerse.
Con el tiempo, los principios químicos activos del Viagra y el sildenafilo, como la mayoría de los medicamentos, pueden degradarse. Esta degradación significa que los efectos de los medicamentos serán mucho menos potentes cada día después de su caducidad. Por lo tanto, una vez caducado el medicamento, no hay garantía de que siga siendo tan eficaz como antes.
Los cambios en su cuerpo o en su estado de salud pueden afectar al funcionamiento de Viagra y sildenafilo. A medida que el cuerpo envejece o si se desarrollan ciertas condiciones de salud, la eficacia de estos medicamentos puede disminuir.
Tomar Viagra o sildenafilo caducados puede provocar una disminución de la eficacia y causar efectos secundarios no deseados. Por lo tanto, generalmente se recomienda desechar adecuadamente cualquier medicamento caducado y no consumirlo.
Consumir una comida copiosa o rica en grasas antes de tomar Viagra o sildenafilo puede retrasar la aparición de los efectos del medicamento. Este retraso puede dar la impresión de que los medicamentos pierden eficacia con el tiempo. Generalmente se sugiere evitar las comidas pesadas si se planea tomar estos medicamentos.
El alcohol también puede afectar a la eficacia del Viagra y el sildenafilo. Puede disminuir potencialmente su eficacia o retrasar su aparición. Por lo tanto, si el Viagra o el sildenafil parecen estar perdiendo su eficacia, puede valer la pena considerar reducir o eliminar el consumo de alcohol.
En los casos en que el Viagra o el sildenafilo ya no parezcan eficaces, puede merecer la pena considerar la posibilidad de cambiar a otro medicamento de la misma clase, es decir, a otro inhibidor de la PDE5. No obstante, esta decisión debe tomarse bajo la supervisión de un profesional sanitario.
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