Uno de los tratamientos más comunes para la disfunción eréctil débil consiste en el uso de medicamentos orales, que han demostrado ser eficaces en muchos casos. Estos medicamentos, conocidos como inhibidores de la PDE tipo 5, actúan aumentando el flujo sanguíneo del pene y son los únicos agentes orales aprobados en EE.UU. por la Food and Drug Administration para el tratamiento de la disfunción eréctil.
Entre ellos se encuentran el sildenafilo (Viagra), el vardenafilo (Levitra, Staxyn), el tadalafilo (Cialis) y el avanafilo (Stendra).
Para obtener resultados óptimos, estos medicamentos suelen tomarse una o dos horas antes de la actividad sexual.
Las inyecciones en el pene son otra opción de tratamiento para quienes no responden bien a la medicación oral. Este método consiste en inyectar directamente medicación en el pene para ayudar a conseguir una erección.
Un dispositivo de erección al vacío, a menudo conocido como bomba de pene, es otro tratamiento potencial. Este dispositivo funciona creando manualmente un vacío alrededor del pene para atraer la sangre hacia él, facilitando así la erección.
Para las personas que no responden a otros tratamientos, pueden considerarse opciones quirúrgicas como los implantes de pene (también llamados prótesis de pene). La cirugía de bypass arterial también puede ser una opción si la disfunción eréctil es consecuencia de una lesión arterial. Estos procedimientos suelen reservarse para los casos más graves.
Cambiar el estilo de vida es una forma natural y eficaz de controlar la disfunción eréctil leve. Estos cambios pueden incluir dejar de fumar, perder peso, hacer ejercicio con regularidad y reducir el estrés. Las alteraciones en la dieta y el consumo de alcohol también pueden producir mejoras significativas.
En algunos casos, los niveles bajos de la hormona testosterona pueden complicar la disfunción eréctil. Cuando éste es el caso, la terapia de reemplazo de testosterona puede recomendarse como primer paso o administrarse en combinación con otras terapias.
Para quienes no responden a la medicación oral, otra opción puede ser el tratamiento con supositorios uretrales o intrauretrales. Consiste en insertar un pequeño supositorio en la uretra para ayudar a conseguir una erección. Este tratamiento suele utilizarse en combinación con otros.
Los remedios naturales también pueden ser beneficiosos para tratar la disfunción eréctil. Pueden incluir cambios en la dieta y ajustes en el consumo de alcohol. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque estos remedios pueden ayudar, también pueden ser difíciles de manejar y no siempre son eficaces.
Si la disfunción eréctil se ve afectada por problemas psicológicos o emocionales, el asesoramiento puede ser un método de tratamiento eficaz. El asesoramiento puede ayudar a reducir la ansiedad o el estrés relacionados con el sexo, y un asesor puede sugerir la participación de la pareja en las sesiones de asesoramiento para aprender a proporcionar apoyo.
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